El transporte de mercancías es un sector estratégico para cualquier economía, y en particular para la española. Se trata de uno de los principales motores de la industria y del sector servicios, pues resulta obvio que sin la existencia de una buena red de transporte no sería posible un intercambio efectivo de productos comerciales. Esto tan importante se está poniendo de manifiesto de forma más clara que nunca durante estas semanas de alarma sanitaria.
El transporte por carretera constituye el elemento central de la cadena de suministro, incluyendo los recursos logísticos para la correcta distribución de las mercancías. Según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en España operan 101.499 empresas en el sector, que ponen en circulación un total de 353.765 vehículos. En 2018, distribuyeron 1.268 millones de toneladas de mercancías, que alcanzaron los 229.255 millones de toneladas – kilómetro (toneladas transportadas por distancia recorrida).
El transporte de mercancías incluye, además del que se realiza por carretera, el marítimo, el ferroviario y el aéreo, aunque en España el 95% del mercado corresponde al viario. Además, el 73% de los desplazamientos se llevan a cabo dentro del país.
Casi un millón de empleos y más del 3% del PIB
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), casi un millón de personas trabajan en transporte y almacenamiento, generando valor equivalente al 3,4% del PIB.
Tras la grave crisis económica de 2008, en que la facturación del sector cayó en picado durante seis ejercicios, llevamos otros seis de recuperación. En 2019, la facturación del transporte por carretera aumentó un 3%, hasta alcanzar los 15.400 millones de euros. Fue un curso de consolidación y crecimiento también para el Grupo Carbó Collbatallé, que llegó casi a los 48 millones de euros, un 15% más que en 2018.
Tradicionalmente, existe una sincronización entre el transporte de mercancías y el PIB, lo que convierte a este sector en un buen indicador adelantado del crecimiento económico. Según el estudio Transporte, Infraestructuras y Crecimiento Económico en España, de Claudia Aza y Álvaro Escribano, tanto en España como en Europa en general, se está observando un desacoplamiento creciente en cuanto a la intensidad de esa sincronización.
En términos de valor añadido agregado, el sector del transporte (incluyendo también el de viajeros) supone casi un 8,5% del PIB, y una media de 1,3 millones de empleos durante el periodo 1995-2016 (7,6% del total). La del transporte y el almacenamiento es la rama principal del sector (56%), seguida del comercio (25%) y la industria (19%).
En los próximos meses veremos la magnitud real de la crisis actual en términos económicos, y en qué medida se ve afectado el transporte de mercancías. En cualquier caso, se trata de una crisis que nos afecta a todos, y nuestros vehículos y plataformas logísticas, gracias a la profesionalidad de nuestra plantilla, van a seguir haciendo todo lo necesario para que la cadena de suministro mantenga su eficacia.