A partir del próximo 29 de enero entrará en vigor el nuevo límite de velocidad en las carreteras convencionales, que pasará a ser de 90km/h para turismos, motocicletas y autocaravanas de MMA inferior a 3.500kg, a diferencia de la máxima de los 100km/h a los que hasta ahora se podía circular. Esta normativa se aplicará en todas las carreteras convencionales independientemente de la anchura de la plataforma, a menos que se indique una velocidad inferior. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), la medida pretende armonizar los límites de velocidad en todas las carreteras convencionales y disminuir la siniestralidad en las vías, ya que es en este tipo de carreteras donde se producen alrededor del 75% de los accidentes con víctimas. Además, la velocidad inadecuada es la causa común en el 20% de los accidentes de tráfico.
Con este cambio normativo, se iguala la velocidad de los camiones en carreteras a 80km/h, límite común en la mayoría de países de la Unión Europea. En el caso de los autobuses, la limitación de velocidad es de 90km/h debido a la baja siniestralidad en este tipo de vehículos. Sin embargo, el artículo 48 establece una nueva excepción en la que los autobuses que no tengan cinturón de seguridad no podrán circular a más de 80km/h.
Para dar a conocer a los ciudadanos el cambio, la DGT ha iniciado a principios del mes de enero una campaña informativa compuesta por cuatro vídeos. Con el hashtag #MejorMásDespacio, Tráfico publicará cuatro vídeos en las redes sociales que harán referencia a la velocidad y a factores relacionados con la siniestralidad. En el primero de los vídeos, ya publicado, se muestran algunas de las consecuencias que tiene una velocidad excesiva, como puede ser la pérdida de control, la salida del vehículo de la vía o la colisión frontal, entre otros. El vídeo concluye con un mensaje claro: si todos fuéramos más despacio, el número de accidentes y de víctimas disminuiría. En los tres siguientes vídeos, la DGT abordará la relación que existe entre la velocidad y la distancia de frenado o la velocidad y la pérdida del ángulo de visión, comúnmente conocido como efecto túnel.