La electricidad y el gas natural son los dos tipos de combustible que sustituyen a los más habituales en el transporte de mercancías por carretera. Los vehículos se modernizan y dejan atrás la gasolina y el gasóleo, más contaminantes. La transición energética en el sector ya está en marcha y, lo que hace unos años se veían como los combustibles del futuro, son hoy una realidad.
Las novedades tecnológicas se suceden con rapidez y las empresas de transporte se van adaptando a las innovaciones. Desde Carbó Collbatallé sustituimos nuestros vehículos de temperatura controlada cada tres años con tal de incorporar las últimas novedades y hacerlos más ecológicos. Y es que el transporte por carretera es uno de los sectores clave en la transición energética, ya que es, también por su naturaleza, de los más contaminantes.
El compromiso de nuestra compañía de transporte de alimentos a temperatura controlada con el medio ambiente está en nuestro ADN. El sector se centra en dos elementos: por un lado, modernizar sus flotas de vehículos para incorporar camiones que usen combustibles alternativos; por el otro, mejorar la eficiencia energética de los vehículos.
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Vehículos eléctricos y con gas natural
Las principales alternativas a la gasolina y al gasóleo, altamente contaminantes, son la electricidad –vehículos híbridos y eléctricos– y el gas natural –puede ser licuado o comprimido–. Aun así, existen otros combustibles, como son el biodiésel y el bioetanol, menos comunes. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas de transportes es el elevado precio de este tipo de vehículos, además de la escasa oferta de repostaje.
Sin embargo, los expertos indican que los avances tecnológicos posibilitarán en los próximos años una equiparación de los precios de los vehículos actuales a los propulsados por otro tipo de combustibles. Mientras que los camiones de cero emisiones disminuirán su coste a medio plazo, los que usen diésel lo incrementarán.
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Creación de empleo
La transición energética en el transporte de mercancías por carretera irá acompañada de la creación de unos 120.000 puestos de trabajo en Europa hasta 2030, según un informe de la Fundación Europea para el Clima. El ahorro en consumo de combustible que se alcance con todos estos cambios se calcula en unos 1.000 millones de barriles de petróleo.
