Los sistemas de gestión de almacén, conocidos como WMS por su denominación en inglés (Warehouse Management System), son aplicaciones informáticas que permiten optimizar las operaciones logísticas, no sólo de los almacenes, sino de toda la cadena de suministro.
En sus inicios, a mediados de los años 90 del siglo pasado, los altos costes de implantación limitaban su aprovechamiento a las grandes empresas, pero hoy en día ninguna compañía que deba gestionar el funcionamiento de un almacén, y pretenda ser competitiva, puede permitirse prescindir de un WMS.
El objetivo de todos los agentes implicados en la cadena de suministro es ofrecer el mejor servicio a sus clientes, y los sistemas de gestión automatizados facilitan mucho el trabajo. Si bien en sus inicios eran utilidades sencillas que limitaban su campo de actuación al espacio de almacenaje, en la actualidad abarcan todo tipo de operaciones, y de tal complejidad que requieren la actuación de personal especializado.
Las ventajas del sistema de gestión de almacén
El WMS hace posible la gestión centralizada de todas las tareas relacionadas con la mercancía que entra, permanece y sale de la plataforma logística. Controla todos los movimientos de almacén y permite la integración con software para escanear códigos de barras, administrar inventarios, o conectar con plataformas de ecommerce y sistemas de gestión de transporte.
Entre la tecnología que integran los sistemas de gestión de almacén, se incluye la identificación por radiofrecuencia (RFID) e incluso el reconocimiento de voz. Pueden funcionar de manera independiente, aunque la tendencia es que se encuentren integrados en un sistema de planificación de recursos empresariales o ERP (Enterprise Resource Planning).
Las grandes ventajas con que cuentan los WMS son la exactitud que ofrecen y el hecho de proporcionar información en tiempo real, que se actualiza de forma constante. De esta manera, reducimos el tiempo que el personal dedica a la gestión de procesos y, por tanto, se incrementa la productividad.
Aunque la complejidad de los WMS no tenga límites, su funcionamiento es sencillo: a través de códigos de barras o QR de identificación, tanto de producto como de los espacios habilitados para almacenamiento. Así, mediante la lectura con un dispositivo móvil, se garantiza la actualización automática de la posición de la mercancía, y ello asegura la trazabilidad.
La importancia de los WMS en la cadena del frío
En el Grupo Carbó Collbatallé, estamos a la vanguardia en el uso de tecnología para la gestión tanto de almacenes como de la flota de nuestros vehículos de transporte en frío. La optimización de las operaciones logísticas es muy importante en todos los sectores industriales, pero en el alimentario, y más si trabajamos con productos perecederos, resulta fundamental.
Nuestra flota está equipada con dispositivos de control de temperatura online para garantizar el mantenimiento de la cadena del frío, y en las plataformas logísticas disponemos de sistemas de gestión compatibles con los códigos de nuestros clientes y a la vez capaces de crear etiquetas personalizadas RFID.
Nos avalan más de cuarenta años de experiencia y una gestión integral y personalizada de la cadena de suministro de alimentación a temperatura controlada.