A la hora de enviar un producto existe todo un proceso de preparación, fundamental para que se el sistema de envío se lleve a cabo con éxito. Cuando uno de los camiones del Grupo Carbó Collbatallé se dispone a realizar un pedido, en primer lugar debe verificar que el equipo de frío funcione correctamente. En el momento en el que llega a la planta donde deberá realizar la carga, se comprueba que el depósito de gasoil del frío esté lleno y que todo el vehículo esté preenfriado. En cuanto a la mercancía, sea la que sea, siempre debe ser paletizada. Esto significa que antes de que el producto entre en la cámara del camión, se almacena en cajas y en palets. Si las cajas son de diferentes tamaños y pesos, se distribuyen en el palet de manera que las diferentes mercancías no se aplasten entre ellas. En algunos casos, se retractilan para evitar desplazamientos de las cajas y se acoplan para que unos palets se apoyen a otros y asegurar así que la mercancía se mueva lo menos posible.
Dado que los vehículos de Carbó Collbatallé se caracterizan por ser de multitemperatura, en ellos se transporta tanto producto congelado como refrigerado. Es en el momento de la carga cuando la mercancía congelada se separa de la refrigerada a través de un separador en medio de las dos cargas que las aísla térmicamente, sistema que permite que ambas mercancías puedan permanecer en el mismo vehículo. Este separador se ajusta al máximo a la mercancía para evitar holguras. En el caso que hubiese espacios vacíos entre las mercancías, se colocan unas cinchas (correas), que sujetan los palets y evitan que estos puedan moverse y volcar. A medida que se van realizando el reparto y las mercancías llegan al destino, el camión se va vaciando y se va ajustando el separador y las cinchas, de manera que la carga final restante permanezca en buen estado hasta que llegue a su destino.
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