El transporte y almacenamiento de alimentos a temperatura controlada conlleva unas condiciones de trabajo a bajas temperaturas que requieren de medidas de protección adecuadas. El frío es un factor de riesgo laboral, de manera que es necesario disponer de los equipos de protección individual adecuados. Se trata de una responsabilidad compartida: la del centro de trabajo, que ha de dotar al personal de las medidas de seguridad necesarias y cumplir con la normativa en el mantenimiento de las instalaciones; y la responsabilidad individual de cada empleado, en lo que respecta al cumplimiento de las recomendaciones y obligaciones asociadas a su trabajo.
La principal medida que debe adoptar cualquier persona que vaya a realizar actividad en un ambiente de frío extremo es utilizar la ropa adecuada para mantener la temperatura corporal. Resulta esencial proteger manos y pies, las zonas del cuerpo más expuestas al riesgo de congelación, y la cabeza, que es por donde perdemos más calor.
Las buenas prácticas en cuanto a vestimenta y desarrollo de la actividad a bajas temperaturas evitarán el riesgo de estrés térmico en ambientes extremos como el de las cámaras de congelación e instalaciones frigoríficas.
- En cuanto a vestimenta, es aconsejable seguir la técnica de las tres capas, que contempla el uso de ropa interior térmica, forro polar y pantalón acolchado, y un abrigo adecuado para temperaturas bajo cero. Las manos deben protegerse con guantes y la cabeza con gorro, adecuados a la temperatura de trabajo.
- El calzado ha de proporcionar aislamiento frente al frío y la humedad; por tanto, la suela, antideslizante, debe ser de poliuretano y caucho. También debe permitir la transpiración y la disipación del calor acumulado, para evitar la humedad.
- Todas las piezas que componen la vestimenta han de garantizar la comodidad y la libertad de movimientos, pues no podemos olvidar que no sólo se trata de proteger frente al frío, sino también de permitir el desarrollo de la actividad física sin aumentar otros riesgos.
- Hay que mantenerse activo para limitar el efecto del frío, pero a un ritmo que no favorezca una sudoración excesiva.
- Es importante mantenerse hidratado, con bebidas calientes, pero evitando el café.
- Se debe evitar el contacto de la piel con las superficies, sobre todo metálicas.
- La legislación determina una escala de descansos necesarios en función de la temperatura de trabajo: 10 minutos cada 3 horas a temperaturas de entre 0 y -5ºC; 15 minutos por cada hora a temperaturas de entre -6 y -18ºC; y 15 minutos cada tres cuartos de hora de actividad por debajo de los -18ºC.
En Grupo Carbó Collbatallé acumulamos más de 40 años de experiencia en el transporte de productos alimentarios a temperatura controlada, y contamos con una extensa red de plataformas logísticas para su almacenaje y distribución. Somos expertos en soluciones a medida para preservar la calidad y seguridad de los alimentos durante todo el proceso logístico.