El cross-docking o flow through es una de las mejores soluciones para adecuar los flujos de mercancías a la velocidad de los procesos logísticos. Se trata de un sistema de distribución donde la mercancía que llega a la plataforma no se almacena, sino que se prepara para un envío inmediato. De esta manera, se ahorran tiempo y costes, pues se evitan las operaciones intermedias.
El cross-docking resulta ideal para la distribución de productos perecederos y con fecha de caducidad, como es el caso de los alimentos y los medicamentos. Ahora bien, aunque el ahorro de tiempo y costes es evidente, para su correcto funcionamiento se requiere un grado de compromiso muy alto así como una coordinación perfecta por todas las partes implicadas. Un fallo en la cadena puede echar al traste toda la operación.
La estrategia de cross-docking se fundamenta en un flujo continuo de mercancías, el ahorro de costes, un transporte rápido y económico, y la puesta de atención en las necesidades de los clientes.
El cross-docking puede ser predistribuido o consolidado. En el primer caso, la planta recibe las unidades a comercializar organizadas por el proveedor de acuerdo con sus puntos de entrega, así que se trasladan hacia los puntos de salida, donde ya hay otras mercancías de diferentes proveedores dispuestas para ser enviadas. No existe, pues, manipulación adicional.
En el segundo caso, la mercancía que llega a la planta de cross-docking pasa por un área de acondicionamiento, donde, dependiendo de las necesidades del cliente, se fragmenta en nuevas unidades logísticas, que se clasifican y etiquetan para el envío a los puntos de destino final.
Infraestructura y tecnología
En cualquiera de los dos casos, para que el sistema funcione bien, resulta fundamental que el operador disponga de una buena infraestructura equipada con la mejor tecnología, una buena área para la consolidación y desconsolidación de producto, un horario extendido de operaciones, producto en estantería, montacargas eléctrico y amplia zona de recepción y despacho de mercancía.
La tecnología es imprescindible en un entorno de flujo de mercancías continuo. El cross-docking no tiene sentido si no se dispone de las herramientas adecuadas para garantizar el correcto engranaje de toda la cadena de distribución. Entre estas se encuentran: códigos de barras y radiofrecuencias que permitan el intercambio de datos y el seguimiento de los paquetes; y el EDI (Electronic Data Interchange) para realizar operaciones electrónicas como el aviso de embarque, la confirmación de recepción de producto, reportes de venta, inventarios y órdenes de compra.
En Grupo Carbó Collbatallé disponemos de 14 plataformas logísticas dispuestas estratégicamente a lo largo de la geografía española para ofrecer el mejor servicio de proximidad a nuestros clientes. Nuestras plantas están equipadas con la última tecnología en gestión logística y control de temperatura, para garantizar el mantenimiento de la cadena de frío en el transporte de alimentación refrigerada.