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Inclusión del tacógrafo en los vehículos de transporte

El día 15 de junio de 2019 se impondrán los tacógrafos de segunda generación “inteligente” en toda la Unión Europea a los vehículos de transporte –camiones y autobuses– que se matriculen a partir de la fecha. Entre sus novedades, estos dispositivos serán capaces de leer las señales del sistema de satélites GPS a través de un módulo de sensor interno o externo. De esta manera, a cada inicio y final de jornada laboral se registrará la posición geográfica del vehículo a partir de las señales GPS. Este elemento también servirá, junto con el sensor de velocidad principal, como segunda fuente de información con relación a la velocidad. Asimismo, el Parlamento Europeo aprobó en abril de este año que los vehículos destinados al transporte internacional deberán instalar el tacógrafo digital entre el 2022 y 2024.

También será posible acceder de forma remota (200 metros máximo), a los datos almacenados en el dispositivo a través de un tipo de conexión DSCR y una antena colocada en el parabrisas. Esta comunicación será encriptada y sólo la posesión de una tarjeta de conductor o taller dará acceso a la desencriptación. Por el momento no será necesario cambiar las tarjetas de conductor y ambas son totalmente compatibles con los nuevos tacógrafos inteligentes. En lo relativo a las tarjetas correspondientes a los talleres homologados sí que será necesaria su sustitución por la nueva versión de las tarjetas de tacógrafo.

Otra de las novedades de los dispositivos es que se podrán transferir datos con el protocolo de ITS (Interfaz de Transporte Inteligente) para la carga de datos al gestor de flota. Para ello, será necesario obtener el consentimiento del conductor antes de que cualquier información personal pueda ser enviada a través de esta interfaz.

A partir del 15 de junio de 2019 las flotas de camiones disponen de un período de 15 años (2034) para adoptar estos nuevos modelos y estar bien equipados. Los tacógrafos tendrán que revisarse cada 2 años para asegurar la interfaz de comunicación y solo se revisarán en talleres autorizados.

El motivo que ha dado pie a este cambio es el de limitar drásticamente el fraude, así como favorecer la incorporación de la digitalización en el mundo laboral.

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