La gestión de la logística del frío enfrenta retos cada vez más exigentes para productores y distribuidores de alimentos a temperatura controlada. El mercado es muy competitivo, se consolidan nuevas tendencias de consumo, las reglamentaciones son más estrictas para garantizar la seguridad del consumidor y la calidad de las mercancías, es necesario reducir el impacto ambiental, y, para que la actividad sea sostenible también económicamente, hay que optimizar los costes.
¿Cómo se reducen los costes?
Es el reto más complicado y el más necesario. No se trata simplemente de controlar los gastos, porque ni la calidad del servicio ni de los productos puede verse afectada. Al contrario, la dificultad se halla en lograr una optimización que repercuta en la mejora del conjunto.
Es un objetivo que deben asumir todos los elementos de la organización en una estrategia logística común, pues afecta a la gestión de mercancías y al seguimiento de cada producto, a la gestión del transporte, y a los recursos humanos.
Gestión de mercancías
El concepto fundamental que debe estar siempre presente en la manipulación de alimentos a temperatura controlada es la cadena del frío. Toda la logística debe ir enfocada a su mantenimiento, pues es la mejor garantía de que el producto llegará en condiciones óptimas al consumidor final.
El sistema de gestión cross-docking o flow through es una de las mejores soluciones para adecuar los flujos de mercancías a la velocidad de los procesos logísticos, por eso la aplicamos en Carbó Collbatallé. Los productos que llegan a la plataforma no se almacenan, sino que se preparan para su envío inmediato. De esta forma, ahorramos tiempo y costes, pues se evitan las operaciones intermedias y sacamos el máximo provecho a la agilidad y precisión que aportan herramientas tecnológicas como el Intercambio Electrónico de Datos (EDI) y las etiquetas con seguimiento por radiofrecuencia.
Gestión de flotas de transporte
Una buena organización de la flota de transporte es una importante fuente de ahorro de costes. Entre los aspectos a tener en cuenta, se encuentran la actualización de los vehículos, en busca de un menor consumo de combustible y, por tanto, también de una actividad más respetuosa con el entorno; la optimización de las rutas, para garantizar la mayor productividad posible en cada viaje; y la mejor coordinación posible con las plataformas logísticas distribuidas en las rutas comerciales.
Aprovechamiento de los recursos humanos
Igual que la tecnología aporta eficacia y dinamismo a los procesos —es el caso de la automatización de los almacenes o las aplicaciones de trazabilidad que nos permiten conocer en tiempo real tanto la situación geográfica como el estado de conservación de cada unidad logística—, contar con un equipo humano capacitado, en formación continua, es un valor añadido que va a aportar el ingrediente diferencial para exprimir las posibilidades de la organización.
Adaptación a los nuevos hábitos de consumo
Otro gran reto para la logística del frío, común a cualquier sector que trabaje con productos de consumo, es la adaptación a los nuevos hábitos de compra, acelerados como consecuencia de las restricciones relacionadas con la pandemia de Covid-19.
Las empresas han tenido que improvisar en muchos casos para dar respuesta al aumento exponencial del comercio online, también en un sector como el de la alimentación a temperatura controlada, poco habituado al ecommerce. La demanda de productos de primera necesidad se mantiene en lo alto de la pirámide, pero ha visto modificados significativamente los canales de distribución, de manera que el reto para la distribución de alimentos refrigerados y congelados es dar respuesta a una nueva realidad que ha llegado para quedarse. Además, debe hacerlo contribuyendo a la reducción del desperdicio alimentario.
Hay previsiones de crecimiento del mercado de la logística del frío en Europa que alcanzan los 28.000 millones de euros durante los próximos cinco años, hasta superar los 95.000 millones. Y buena parte de ese dinero va a llegar a través de los canales de compra por Internet.
La clave para adaptarse a la situación con garantías de éxito vuelve a estar en la tecnología y en la optimización de los procesos, que deben funcionar como un reloj de precisión.